La siguiente sucesión de cosas escritas no tiene sentido alguno y carece de un motivo en especial por el cual ha sido publicado aparte del hecho de querer expresar los pensamientos que cruzan mi mente...
Tengo dudas.
Tengo miedos.
Tengo sueño también.
Hay alguien.
No hay nadie.
Todos andan aquí pero no están.
Me vale madres.
Me importa mucho.
Realmente no me viene ni me va.
Intento, trato, hago y muevo.
No hago, no muevo, solo pretendo.
Hazlo o no lo hagas; no hay intentos.
No soy.
Si soy.
¿Quién demonios era?
Ya vine.
Ya me voy.
Nunca estuve ahí en realidad.
Sonrío.
Me deprimo.
Pretendía que estaba bien.
Me río.
Todos ríen.
¿Es que la vida es un muy buen chiste?
Políticos de siempre.
Políticos interesados.
Pueblo borrego que no se da cuenta de su poder.
Si te dije.
No te dije.
No estábamos poniendo atención.
Pika pika, ¿Pikachu?
Char, ¡Charmander!
¡PIDGEOOOT!
Yes, no.
Maybe.
I don't know, can you repeat the question?
Hipsters.
Geeks.
¿Quienes dicen que son?
Usa la Fuerza.
Que Din, Nayru y Farore guíen tu camino.
Nada es verdad; todo esta permitido.
Fin.
...
19 junio, 2012
12 junio, 2012
Jedi's Creed - El Elegido, La Banda y los Lulz
Se dice que ya era justo y necesario...
Todo comenzó el jueves por la noche. Unos amigos de mi madre le llamaron para preguntarle si querría unirse a ellos en una improvisada visita a Cuernavaca. Mi madre aceptó de buena gana, nos vendría bien.
Unos minutos después anunciaría en Twitter que iríamos para allá y los presentes comenzarían a hacer planes y tener ideas sobre lo que se haría cuando mi hermana y yo llegáramos.
Naturalmente, mi hermana y yo estábamos emocionados ante la idea de conocer a gran parte de La Banda que habíamos juntado en Twitter a través del tiempo y la convivencia. Y si era posible, esperábamos conocer al recién nacido Elegido.
Y así partimos el viernes por la tarde hacia allá, esperando pasar uno de los fines de semana más épicos que hayamos tenido...
Cuando llegamos, creo que nos sentimos como típicos turistas. Algo desorientados. Y yo estaba un poco malhumorado por que me había mareado en el camión. Luego fuimos al lugar donde nos quedaríamos y nos instalaríamos.
El enterarse que habíamos llegado ya en sus tierras, los planes improvisados comenzaron. Pero de ellos, solo uno progreso: Salir a las pizzas al lado del lugar donde estábamos. Y fue entonces cuando mi hermana y yo conocimos a Hacke, Polar y yo volvería a ver a Chely mientras mi hermana le conocía.
El rato que pasó se nos fue entre risas, fuertes declaraciones no intencionadas, pedazos de pizza, miradas aprehensivas de la señora que nos atendía y una sensación de familiaridad muy genial.
Cuando volvimos a nuestro lugar, tuve que pasar a modalidad Assassino para escalar una barda y poder entrar, pues no nos escuchaban y el celular de mi madre tenía conflictos. Luego nos metimos a nadar un rato en la alberca y nos fuimos a dormir.
Era el primer día y ya era muy épico.
Para el día siguiente, ya se había armado un plan y solo necesitábamos que mi madre lo aprobara. Cosa que hizo sin problemas. Nadamos un rato, mi hermana se fue a arreglar, yo hice lo propio, esperamos y Hacke nos avisó que había llegado por nosotros para ir a Galerias.
Estando ahí nos encontraríamos con Em, novia de mi hermano-perdido-o-algo-del-estilo, Lemus, quien llegaría poco tiempo después para que comenzáramos a caminar, sin rumbo fijo ni plan exacto.
Sinceramente, yo me sentía extraño en ese momento. No procesaba que estaba ahí. No decía nada coherente ni me movía con algún sentido. Pero eso si, estaba feliz. Mientras tanto, mi hermana y Hacke nos veían divertidos por que parecíamos extraños.
Entramos a una tienda de juguetes y tanto Lemus como yo nos pusimos a ver los Lego. Fue otro momento en que confirmé que eramos como hermanos perdidos. Mientras tanto, mi hermana y Hacke hablaban de no se que en realidad y en algún momento entre los Lego y la mercancía de Star Wars, Gois llegaría para unirse a los lulz.
Mientras caminábamos de nuevo por Galerías, se comentaba que mi voz no parecía mi voz y que yo no era precisamente humano. Me reí. Poco a poco fui empezando a procesar que andaba ahí, con ellos. Que al fin les estaba conociendo y que era muy divertido.
La idea original era ver una película... Pero la cambiamos por ir a comer. Después de estar parados unos 5 minutos en la zona de comida rápida sin encontrar donde sentarnos, nos establecimos y seguimos hablando. Entre ocasionales tweets y muchas risas. Fue entonces cuando se nos unió Pizagna, quien más tarde prepararía una cena gourmet en casa de Hacke. También llegó Harold y hubo más risas.
Finalmente se me había pasado la extrañeza y disfrutaba totalmente el estar ahí. Con mi hermana y gran parte de La Banda.
Después de terminar de comer nos planteamos ir a conocer al Elegido en bola, sin estar seguros de que fuera buena idea. Cuando nos confirmaron que podíamos sin problema, partimos para allá.
En este punto, me puse algo nervioso de nuevo. En el auto, mientras jugaba con Lemus y un hacky-sack, iba pensando en que al fin conocería al hombre que años atrás había tomado el "título" de Fadrastro y a la mujer que en consecuencia sería mi Moderastra... Y un tanto más importante aún, conocería a quien vendría siendo mi Hermanastro. Todo un honor.
Al llegar a sus dominios, Jet nos tomaría una foto mientras caminábamos a encontrarle y nos recibiría con una sonrisa, algo nerviosa también. Nos guiaría hacía su casa, a la cual entraríamos para ver por primera vez Vivi y finalmente, a Rodrigo, El Elegido.
El rato ahí también se nos fue entre risas, bromas, momentos tiernos de Rodrigo, la llegada de Chely y Polar y mucha diversión. Ah si, y el ataque de Pay, la gatilla de Vivi, que se frikeó mientras le acariciaba, pensando que iba a robarle uno de sus recién nacidos gatitos.
Me sentí especialmente alegre al escuchar que Jet decía "Rodrigo y el Jedi vienen siendo algo así como... Hermanos."
Más tarde, Pizanga se iría a comprar cosas para la cena en casa de Hacke, llevándose a Lemus, Gois y Harold... Mi hermana y yo nos despediríamos de Jet y Vivi, y Hacke nos llevaría a su casa a terminar el día entre más risas y diversión.
Cuando llegamos ahí, Hacke me mostró sus juguetes de Star Wars: Un AT-AT y un Halcón Milenario. Diciendo "¡Al fin alguien que entiende mi afición!", yo me vería como niño chiquito al descubrir cada detalle de los juguetes.
Mientras frikeaba con eso y mi hermana me tomaba fotos, divirtiéndose por mis reacciones, Chely y Polar llegarían acompañados de otra conocida tuitera, Cartoncita, a quien fue un gusto conocer.
Mientras esperábamos a que prepararan la cena, en la cual ayudaron Hacke y mi hermana a Pizagna mientras hablaban de todo y de nada, yo jugaba con unos acertijos de metal que Hacke me había pasado y me divertía viendo como Chely, Cartoncita y Polar no podían resolverlos.
A la hora de la cena, se nos uniría Pier, un estimado amigo de Hacke y adepto a los caminos de la Fuerza. Agradable persona.
Así pues, la cena se nos fue riendo y comentando cosas desde comics hasta Danoninos...
Para cuando mi hermana y yo tuvimos que retirarnos, se soltó una extraña tormenta... Que era genial ver a través de la ventana del auto de Hacke, mientras procesaba todo lo vivido aquel día y lo convertía en las palabras que escribo ahora.
Al otro día ya no les vimos, pues nos iríamos "temprano" y teníamos que hacer algunas cosas con los amigos de mi madre... Que igual eran divertidas, pero no tanto como conocer a La Banda.
Ese fue mi fin de semana y el de mi hermana.
Solo me queda darles las gracias, por que han estado ahí desde mucho antes de que yo me enfermara y en su momento han estado al pendiente e interesados de uno y su familia. Son geniales y conocerles lo ha sido aún más.
Se les aprecia mucho, a todos y cada uno de ustedes... Este fin de semana debe repetirse pronto... O mejor aún, hacerlo mucho más épico.
Y sí, me han faltado personas por ver y conocer en persona, pero esta no será la última vez que vayamos para allá.
Gracias totales. Y que la Fuerza este siempre con ustedes.
...
Todo comenzó el jueves por la noche. Unos amigos de mi madre le llamaron para preguntarle si querría unirse a ellos en una improvisada visita a Cuernavaca. Mi madre aceptó de buena gana, nos vendría bien.
Unos minutos después anunciaría en Twitter que iríamos para allá y los presentes comenzarían a hacer planes y tener ideas sobre lo que se haría cuando mi hermana y yo llegáramos.
Naturalmente, mi hermana y yo estábamos emocionados ante la idea de conocer a gran parte de La Banda que habíamos juntado en Twitter a través del tiempo y la convivencia. Y si era posible, esperábamos conocer al recién nacido Elegido.
Y así partimos el viernes por la tarde hacia allá, esperando pasar uno de los fines de semana más épicos que hayamos tenido...
Cuando llegamos, creo que nos sentimos como típicos turistas. Algo desorientados. Y yo estaba un poco malhumorado por que me había mareado en el camión. Luego fuimos al lugar donde nos quedaríamos y nos instalaríamos.
El enterarse que habíamos llegado ya en sus tierras, los planes improvisados comenzaron. Pero de ellos, solo uno progreso: Salir a las pizzas al lado del lugar donde estábamos. Y fue entonces cuando mi hermana y yo conocimos a Hacke, Polar y yo volvería a ver a Chely mientras mi hermana le conocía.
El rato que pasó se nos fue entre risas, fuertes declaraciones no intencionadas, pedazos de pizza, miradas aprehensivas de la señora que nos atendía y una sensación de familiaridad muy genial.
Cuando volvimos a nuestro lugar, tuve que pasar a modalidad Assassino para escalar una barda y poder entrar, pues no nos escuchaban y el celular de mi madre tenía conflictos. Luego nos metimos a nadar un rato en la alberca y nos fuimos a dormir.
Era el primer día y ya era muy épico.
Para el día siguiente, ya se había armado un plan y solo necesitábamos que mi madre lo aprobara. Cosa que hizo sin problemas. Nadamos un rato, mi hermana se fue a arreglar, yo hice lo propio, esperamos y Hacke nos avisó que había llegado por nosotros para ir a Galerias.
Estando ahí nos encontraríamos con Em, novia de mi hermano-perdido-o-algo-del-estilo, Lemus, quien llegaría poco tiempo después para que comenzáramos a caminar, sin rumbo fijo ni plan exacto.
Sinceramente, yo me sentía extraño en ese momento. No procesaba que estaba ahí. No decía nada coherente ni me movía con algún sentido. Pero eso si, estaba feliz. Mientras tanto, mi hermana y Hacke nos veían divertidos por que parecíamos extraños.
Entramos a una tienda de juguetes y tanto Lemus como yo nos pusimos a ver los Lego. Fue otro momento en que confirmé que eramos como hermanos perdidos. Mientras tanto, mi hermana y Hacke hablaban de no se que en realidad y en algún momento entre los Lego y la mercancía de Star Wars, Gois llegaría para unirse a los lulz.
Mientras caminábamos de nuevo por Galerías, se comentaba que mi voz no parecía mi voz y que yo no era precisamente humano. Me reí. Poco a poco fui empezando a procesar que andaba ahí, con ellos. Que al fin les estaba conociendo y que era muy divertido.
La idea original era ver una película... Pero la cambiamos por ir a comer. Después de estar parados unos 5 minutos en la zona de comida rápida sin encontrar donde sentarnos, nos establecimos y seguimos hablando. Entre ocasionales tweets y muchas risas. Fue entonces cuando se nos unió Pizagna, quien más tarde prepararía una cena gourmet en casa de Hacke. También llegó Harold y hubo más risas.
Finalmente se me había pasado la extrañeza y disfrutaba totalmente el estar ahí. Con mi hermana y gran parte de La Banda.
Después de terminar de comer nos planteamos ir a conocer al Elegido en bola, sin estar seguros de que fuera buena idea. Cuando nos confirmaron que podíamos sin problema, partimos para allá.
En este punto, me puse algo nervioso de nuevo. En el auto, mientras jugaba con Lemus y un hacky-sack, iba pensando en que al fin conocería al hombre que años atrás había tomado el "título" de Fadrastro y a la mujer que en consecuencia sería mi Moderastra... Y un tanto más importante aún, conocería a quien vendría siendo mi Hermanastro. Todo un honor.
Al llegar a sus dominios, Jet nos tomaría una foto mientras caminábamos a encontrarle y nos recibiría con una sonrisa, algo nerviosa también. Nos guiaría hacía su casa, a la cual entraríamos para ver por primera vez Vivi y finalmente, a Rodrigo, El Elegido.
El rato ahí también se nos fue entre risas, bromas, momentos tiernos de Rodrigo, la llegada de Chely y Polar y mucha diversión. Ah si, y el ataque de Pay, la gatilla de Vivi, que se frikeó mientras le acariciaba, pensando que iba a robarle uno de sus recién nacidos gatitos.
Me sentí especialmente alegre al escuchar que Jet decía "Rodrigo y el Jedi vienen siendo algo así como... Hermanos."
Más tarde, Pizanga se iría a comprar cosas para la cena en casa de Hacke, llevándose a Lemus, Gois y Harold... Mi hermana y yo nos despediríamos de Jet y Vivi, y Hacke nos llevaría a su casa a terminar el día entre más risas y diversión.
Cuando llegamos ahí, Hacke me mostró sus juguetes de Star Wars: Un AT-AT y un Halcón Milenario. Diciendo "¡Al fin alguien que entiende mi afición!", yo me vería como niño chiquito al descubrir cada detalle de los juguetes.
Mientras frikeaba con eso y mi hermana me tomaba fotos, divirtiéndose por mis reacciones, Chely y Polar llegarían acompañados de otra conocida tuitera, Cartoncita, a quien fue un gusto conocer.
Mientras esperábamos a que prepararan la cena, en la cual ayudaron Hacke y mi hermana a Pizagna mientras hablaban de todo y de nada, yo jugaba con unos acertijos de metal que Hacke me había pasado y me divertía viendo como Chely, Cartoncita y Polar no podían resolverlos.
A la hora de la cena, se nos uniría Pier, un estimado amigo de Hacke y adepto a los caminos de la Fuerza. Agradable persona.
Así pues, la cena se nos fue riendo y comentando cosas desde comics hasta Danoninos...
Para cuando mi hermana y yo tuvimos que retirarnos, se soltó una extraña tormenta... Que era genial ver a través de la ventana del auto de Hacke, mientras procesaba todo lo vivido aquel día y lo convertía en las palabras que escribo ahora.
Al otro día ya no les vimos, pues nos iríamos "temprano" y teníamos que hacer algunas cosas con los amigos de mi madre... Que igual eran divertidas, pero no tanto como conocer a La Banda.
Ese fue mi fin de semana y el de mi hermana.
Solo me queda darles las gracias, por que han estado ahí desde mucho antes de que yo me enfermara y en su momento han estado al pendiente e interesados de uno y su familia. Son geniales y conocerles lo ha sido aún más.
Se les aprecia mucho, a todos y cada uno de ustedes... Este fin de semana debe repetirse pronto... O mejor aún, hacerlo mucho más épico.
Y sí, me han faltado personas por ver y conocer en persona, pero esta no será la última vez que vayamos para allá.
Gracias totales. Y que la Fuerza este siempre con ustedes.
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