17 abril, 2012

Se necesitan 2 para bailar...

"Sal con ella", dijeron... "Será divertido", dijeron...



¿A ustedes no les ha pasado?... Comienzan algo junto con alguien y todo pinta maravillosamente... Hacen lo mejor que pueden por que vaya tan bien como sea posible...
Y de pronto, de la nada, se dan cuenta de que están bailando solos.

Y entonces se preguntan que fue lo que hicieron mal. O que fue lo que no cuadro.
Analizan lo que si sucedió y no encuentran la respuesta exacta.
Todo lo que hicieron fue intentar estar ahí. Hacerse presentes. Dar apoyo y afecto.
¿Qué estuvo mal?

Quizás nunca encuentras la respuesta. Quizás la sabes.
Quizás esta frente a ti y optas por ignorarla.
Tal vez, en realidad, no fue cosa tuya. Hiciste lo que debiste y pudiste.
Bailaste a su ritmo, tal vez un poco más rápido.
O es que, más bien, nunca debieron comenzar a bailar.

Se habrán dejado llevar por la emoción. La situación. Los lulz.
Todo se dio tan de pronto y muy fácilmente...
Parecía magia. Parecía irreal.

Y las sonrisas se volvieron suspiros... Los suspiros se volvieron soledad...
La soledad se volvió tristeza... La tristeza trajo claridad...
... Y la claridad trajo revelaciones.

Y te quedas ahí parado en medio de la pista, preguntándote por qué todo tomó ese rumbo...



Por eso no me gusta bailar: Siempre termino haciéndolo solo.

...

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