24 marzo, 2011

De bullying y como lidiar con ello sin morir en el intento...

- Sólo estamos bromeando, Miguel... Cálmate.



Las palabras al inicio de este post son lo que más escuchaba yo en la secundaria de parte de aquellos a los que, erróneamente, considere mis amigos.

Era lo mismo todos los días. Molestar. Era yo peleándome solo contra sus carcajadas debido a lo que uno de ellos decía respecto a mí, y en escala más jodida, sobre mi familia.

¿Qué hacía yo?
La respuesta es simple: Reaccionar como podía ante sus insultos "en broma". La mayor parte del tiempo con un enojo que lejos de llevarme a una salida del asunto, me enfrascaba más y más en sus juegos idiotas y palabras.

Eran tiempos demasiado difíciles, puesto que no solo lidiaba con sus burlas, si no también con mi bajo rendimiento académico, problemas en mi casa y asuntos sentimentales que ahora que analizo, bien pude haberme ahorrado.

Estaba sólo en ello. Casi completamente.

¿Y cómo terminó?
Matemáticas... Bromas pesadas... Enojo... Una pluma... La cabeza del que molestaba... Sangre...

... Si, lectores viajeros, le hice una herida en la cabeza usando mi pluma como cuchillo dejándome llevar por el enojo que estaba sintiendo en el momento.

La sensación de liberación después de ello fue inexplicable. Y aumentó aún más después de que la maestra que nos daba clase llamara al que molestaba, lo regañase y mandara por un reporte y a mí solo me dijera que no lo volviera a hacer.

Después de ello, todo se fue arreglando poco a poco... Para bien.

Pero, ¿Por que les cuento esto?
Bueno, por que lo que hice yo no ha sido la mejor manera.

Si bien o mal, la más efectiva, no la más recomendable. Vamos, eso de 'acuchillar' a alguien con una pluma no es bueno, ni aquí, ni en Chile, ni en el otro lado del mundo... (No sé en otros planetas, ja...)

Es lo que haces si hablar no sirve, si gritar no te ayuda y sí te malentienden todo el tiempo.

Lo mejor, en todo caso, es ignorarles. Aunque suene trillado o poco efectivo, así es... #Dicen que "El valiente dura hasta que el cobarde quiere..." y sí el cobarde en turno ignora al valiente en su intento de llamar la atención por X o Y... Entonces, pues, el valiente se hartará. Casi por lógica.

Y si te aplican esa de "Estamos bromeando, relájate.", con más razón. Puesto que, aparentemente, no saben distinguir entre bromear amistosamente y joder con todas las de la ley.

Al final, no importa que te digan o que piensen de ti... Solo importa lo que tu como persona pienses sobre ti.



Y es así como sobrevives a ello: Creyendo en ti. Fin.

...

12 marzo, 2011

Secuencia Restaurada - Respuestas

- Hay cosas que aún no sabes ni comprenderías bien ahora, Miguel...



[Nota del autor: Si, desaparecí largo tiempo... Ya contaré luego por que... Mientras tanto, disfruten este borrador de una historia o algo así...]



Esas palabras, dichas por mi abuelo, resonaban en mi mente mientras caminaba por las calles de la ciudad. Estaba más que claro que se refería a varios de los hechos recientes, pero aúno no alcanzaba a entender bien por que habían sucedido.

De pronto mi vida había cambiado, y de ser un simple joven con una vida bastante bien acomodada pase a ser una especie de mercenario... O algo así. Tampoco sabía que era exactamente en realidad.

Mi atuendo no era precisamente normal, al menos, si lo comparábamos con el de las personas que iban caminando por ahí junto a mí. Aunque ver a un hombre ataviado con armadura, una espada y un cuchillo era algo común, el que el hombre estuviese encima cubierto por un gorro y una capa no lo era tanto.

Y sin embargo, ahí estaba yo, caminando entre ellos como si fuese lo más normal. Confundiéndome entre la gente. Pasando desapercibido. Indetectable.

Y es que, aunque los guardias no prestaban mucha atención a lo que hiciera, no era conveniente llamar la atención ahora, que estaba tan cerca de mi objetivo.

Ricardo Rodríguez, uno de los auto-proclamados dueños del distrito... De mi misma edad, una complexión ligeramente más robusta y posiblemente con más dinero y otras cosas, no lo sé. Yo le buscaba por que tal vez el tendría respuestas, y si no, me conduciría a ellas.

Esperando a que los guardias se alejasen, me acerque lentamente hacía una pared... El plan era escalarla y moverme sigilosamente por los techos, ocultándome en la sombra que la oscuridad de la noche me ofrecía.

Al llegar al techo, miré la Luna y recordé de pronto cuando solía hablar con ella. Eran tiempos diferentes, y las cosas no parecían tan complicadas como ahora.

- ¿En qué momento se perdió todo eso?... - Dije, mirando fijamente el cielo - ¿En qué momento todo se complicó?...

Camine hacía la saliente del edificio, saltando hacía el siguiente mientras intentaba escuchar la voz de mi objetivo... Al detectarlo, me baje de los techos y volví a mezclarme entre la gente. El se movía por la plaza dando ordenes a sus servidores.

De pronto enfiló hacía una calle, solo. Pensé que sería buen momento para obtener lo que buscaba y le seguí... Se retiró del bullicio de la plaza y aproveché para atacar.

- Sé que estás ahí, Asesino... - Dijo Ricardo, sorprendiéndome - No eres nada bueno escondiéndote...

- Será... No tengo por que esconderme ahora que sabes que estoy aquí... - Le respondí desafiante - Hagamos esto más fácil para ambos...

- ¿Qué quieres?

- Sólo una cosa... - le respondí, activando la hoja oculta de mi abuelo - Respuestas...



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