03 mayo, 2011

El retrato del Jedi Gris...

"¿Por que la vida tiene que ser tan jodida?" me preguntó alguien una vez.



A lo largo de mi vida había ido pintando un retrato que parecía mostrar aquello a lo que aspiraba, era una imagen llena de todo lo que me movía y lo que me inspiraba... Era, si así lo quieren ver, el personaje que yo quería ser.

Se veía en dicho retrato a una persona de mirada profunda, que reflejaba lo que había vivido a través de los años y al mismo tiempo no perdía la inocencia de un niño.

Su atuendo recordaba bastante al de aquellos caballeros de cierta película de ciencia ficción. Combinando una filipina de gastronomía oscura, con otras cuantas ropas.

De su cinturón colgaba, como recuerdo, un sable láser hecho por su mejor amigo. Su arma predilecta y fetiche personal.

Llevaba el cabello relativamente largo, representando una época en la que su 'rebeldía' le había llevado a creerse el rey del mundo y cometer errores garrafales. De a cual aprendió bastante.

De fondo estaban algunas de sus vivencias, algunos de sus mejores momentos y muchos de sus recuerdos.

Era tal vez, solo un bosquejo bien realizado de mis aspiraciones personales y aquello que quería ser... Por que al final, siempre podía cambiarle elementos y darle una nueva apariencia no era mala idea de cuando en cuando.

Sin embargo, en medio de mi batalla contra la Estrella de la Muerte, dicho retrato se perdió.

Y claro, siempre podía volver a hacerlo.

Pero me enfrento a un gran problema que me aqueja desde que quise volver a mi vida normal:

¿Es ese personaje que tenía visualizado aquel que quiero ser ahora?

Entre otras cuantas dudas, tengo la de "¿Qué carajas hago ahora?"...

Quienes hablaban conmigo decían que yo hablaba con total seguridad al decir que quería estudiar para ser chef. Que llegaría lejos en ello. Yo mismo me recuerdo viendo como todo iba tomando forma poco a poco, maravillado por como el camino aparecía frente a mi.

Hoy, ahora... No estoy seguro de querer eso. Por muchas razones. Una de ellas y posiblemente de las importantes, el hecho de que le voy perdiendo interés. Como siempre sucede con algo que no me va como lo espero.

Y claro, esta vez no fue cosa mía que no me fuera como quería. ¡Yo iba haciéndolo todo lo mejor que podía!... Pero la enfermedad se me cruzo en el camino y todo cambió para mí.

Y tengo, como siempre, al tiempo encima.

... Me siento perdido; solo recuerdo quien solía ser, y no sé quien quiero ser ahora...

No sé que quiero pintar en mi nuevo retrato.



"Piénsalo así: La vida no puede ser de un solo color, como rosa para un 'cuento de hadas'.
Se supone que la vida debe tener todo tipo de colores, para que un día puedas mirar un cuadro totalmente pintado. Con un color representando cada emoción o experiencia que hayas vivido." fue lo que le respondí.

...

1 comentario:

  1. Que buena entrada. Te has dado cuenta de como la vida juega con nosotros. Aunque podamos pintar todos los retratos que podamos, nunca vamos a tener presente como será el marco donde éstos se montarán. Solo seran recuerdos y buenos puntos de referencias de nuestra envolución o involución en el peor de los casos. No te rindas, siempre habrá un nuevo lienzo donde podras pintar, con nuevas combinaciones de colores que nadie conoce. :D

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