13 abril, 2011

¡Yo te elijo!

"Yo quiero ser siempre el mejor... Mejor que nadie más..."



- Son las 9 de la mañana, estimados radioescuchas... ¡Es un bello día soleado aquí, en la región Kanto! - La radio se había prendido ya, anunciando el fin de los sueños de Mike

- Levántate ya, hijo... - Su madre le empujaba ligeramente para despertarlo - No quieres llegar tarde a la entrega, ¿o si?

- Uhm... - Mike apenas estaba consciente, se había desvelado viendo una batalla por televisión - 5 minutos más...

- ¿Cuales 5 minutos? - Su madre comenzaba a impacientarse - Miguel Cortés, ¡Levántate en este mismo instante!

La notablemente irritada voz de su madre fue suficiente para hacer que él se levantara y estuviera listo en menos de 10 minutos. Desayuno rápidamente y fue corriendo hacia el laboratorio del Profesor Oak, donde le darían su primer Pokémon.

Llegó a tiempo para encontrarse con su hermana, quién le esperaba en la reja de la casa del profesor.

- Estuve cerca de pensar que realmente no llegarías… Otra vez. - Ella le recibió con una sonrisa - Pero aquí estás, me alegro. Ven, vamos, el profesor te espera.

- Gracias por tu apoyo, Dannuz... - Mike le devolvió la sonrisa, un tanto más irónicamente. Que le recordaran que su aventura había iniciado algo tarde debido a su falta de compromiso, era molesto.

- Cuando quieras, hermanito. - Hizo una pausa - ¿Has pensado ya a cuál elegirás?

- Si, lo he hecho. Durante 5 años para ser exactos. Sé muy bien cual es mi elección.

- Bueno pues, vamos allá...

Entraron al laboratorio del Profesor Oak, que en ese momento se encontraba observando de cerca a su Arcanine, un poderoso Pokémon del tipo fuego.

- Muy bien, Arcy, todo parece en orden. - Dijo después de revisarle - ¡Sigues tan fuerte como siempre!

El Pokémon emitió un gruñido de aprobación y volteó a ver a Mike y su hermana, advirtiendo su entrada al profesor.

- Ah, ¡Daniela, Miguel! - Los saludó alegremente - ¡Que gusto verles!

- El gusto es mío, profesor. - Dijo Daniela - Ha pasado algo de tiempo desde la última vez que he estado aquí… ¿Cómo le va?

- Bien bien, todo tranquilo por aquí... - Sonrió - ¿Y tú?... Líder de Gimnasio, impresionante.

- Lo sé. Yo aún no termino de creérmelo. Las responsabilidades son muchas.

- Tú puedes con ellas, Daniela. Todo mundo cree en ti.

Mike se puso a observar alrededor, seguido por la mirada del Arcanine del profesor.

- Me pregunto donde estarán... - Se decía a si mismo, mientras buscaba a los Pokémon iniciales - Deberían estar por aquí...

De pronto, un Umbreon tan oscuro como el cielo de la noche saltó hacía el escritorio, asustando de momento a Mike y avisando a su amo, el profesor, sobre sus movimientos.

- Me alegro de que hayan llegado temprano. Estoy seguro de que estás más que listo para iniciar tu aventura, ¿Verdad Miguel?

- ¿Usted también me hará algún comentario sobre mi retraso de tiempo para poder iniciarla?

- Por supuesto que no, jovencito. Sólo me aseguro de que estás listo. - Hizo una pausa, acariciando al Umbreon - Y como veo que lo estás, ven conmigo. Es hora de que elijas a tu primer Pokémon.

El profesor le guió hacía otro cuarto en su laboratorio, donde descansaba una mesa sobre la cual estaban 3 pokebolas, una con un signo de hierba, otra con un signo de fuego, y otra más con un signo de agua. Mike se quedó mirándolas largo tiempo.

- Todavía recuerdo cuando tuve que elegir mi primer Pokémon... - Dijo Daniela - Fue algo difícil, ¿Saben?

- Al final, hiciste una buena elección. - Observó el profesor Oak - Ese Blastoise tuyo es sencillamente excepcional.

- Gracias, profesor... - Daniela se sonrojó un poco - ¿Has tomado una decisión ya, Miguel?

- Sí... - Mike observó las pokebolas una última vez antes de tomar una - ¡Yo te eligo a ti, Charmander!

La pokebola se abrió, dejando salir en un rayo de luz a su ocupante, una criatura parecida a un dinosaurio de color naranja, ojos verdes, mirada juguetona y con una flama de fuego en la punta de su cola. Charmander miró a Mike y le sonrió.

- Buen inicio, Miguel. - Dijo de pronto el profesor - Le agradas a tu primer Pokémon.

- ¿De verdad? - Esa era una de las cuestiones que preocupaban a Mike

- Sí, lo haces. - Dijo su hermana - Mi Squirtle hizo algo parecido antes de lanzarse hacia mí y abrazarme.

Charmander extendió su pequeño brazo hacia Mike, quién lo tomo tímidamente. El Pokémon exclamó en tono de felicidad. Era verdad, se agradaban. Mike estaba más confiado ahora.

- ¡Genial! ¡Ya tengo mi primer Pokémon!

- Y ahora estás listo. Conocerás otros Pokémon, y muchas personas. Te encontrarás con amigos y enemigos. Recorrerás lugares que jamás habías visto, y quién sabe, tal vez veas cosas que nadie más haya visto también...

- ¿Cosas como que? - Preguntó Mike

- Ya lo sabrás después... - Dijo Oak - Ahora, toma, esta es la última versión del PokeDex te ayudará en la aventura que estás por comenzar.

- Gracias, profesor.

Mike tomó el PokeDex, la pokebola de Charmander y se dispuso a salir del laboratorio, mientras su hermana se despedía del profesor.

- No se preocupe, estaré vigilándolo constantemente.

- No me preocupa el... Sé que estará bien... - Dijo Oak - Sólo espero que no se sienta intimidado por el reto al que se enfrentará...

- Descuide, el sabe a que se enfrenta. Lo ha sabido desde hace años ya. - Daniela le sonrió al profesor - ¡Nos vemos después, profesor!

Afuera del laboratorio, Mike se preguntaba cual sería el siguiente paso, cuando la pokebola de Charmander se abrió.

- Pero que... ¿Charmander?

El Pokémon le sonrió de nuevo.

- ¿Es que no te gusta estar en la pokebola?

El Pokémon le asintió.

- Bueno, supongo que no tiene nada de malo que me acompañes fuera de ella... Será divertido...

El Pokémon volvió a sonreírle.

- Eh, ¡Miguel! - Su hermana le gritaba desde la reja del laboratorio - ¡Espérame!

Bajó las escaleras que le faltaban para reunirse con Mike, quién le miraba alegremente en compañía de Charmander.

- ¿Qué hace afuera de su pokebola? - Daniela preguntó

- Pues, aparentemente, no le gusta estar ahí... - Mike lo acaricio - No veo problema con que esté afuera.

- Supongo... ¿Has pensado en un apodo para el?

- ¿Un apodo?

- Sí, algo que le diferencie de los otros allá afuera... Ja...

- Te llamarás... - Mike miró al Pokémon frente a el - Uhm... Fyer.

Charmander, ahora llamado Fyer exclamó en tono de aprobación.

- Me gusta, bastante original.

- ¡Gracias!

- De nada... Ahora, ven, toma. Un regalo de mi parte para ti.

Mike tomó el paquete que su hermana le daba, y lo abrió ansiosamente.

- Vaya... ¡Un PokePod de última generación! ¡Qué genial! ¡Gracias Dannuz!

- De nada, moco. Espero que seas un rival digno de la medalla que me tocará entregarte si me ganas.

- Lo seré, ya lo verás. ¿Verdad Fyer?

El aludido volvió a exclamar alegremente, asintiendo.

- Me alegro de que ambos piensen así de positivo. El camino que sigue es bastante largo, hermano, y confío en que no te detendrás ante nada.

- ¡No lo haré!

- Es bueno saberlo. - Daniela abrazó a Mike - Vamos, hay que ir con mamá, estoy segura de que querrá conocer a tu primer Pokémon.



"... Atraparlos mi prueba es, entrenarlos mi ideal..."

...

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