"Yo quiero ser siempre el mejor... Mejor que nadie más..."
- Son las 9 de la mañana, estimados radioescuchas... ¡Es un bello día soleado aquí, en la región Kanto! - La radio se había prendido ya, anunciando el fin de los sueños de Mike
- Levántate ya, hijo... - Su madre le empujaba ligeramente para despertarlo - No quieres llegar tarde a la entrega, ¿o si?
- Uhm... - Mike apenas estaba consciente, se había desvelado viendo una batalla por televisión - 5 minutos más...
- ¿Cuales 5 minutos? - Su madre comenzaba a impacientarse - Miguel Cortés, ¡Levántate en este mismo instante!
La notablemente irritada voz de su madre fue suficiente para hacer que él se levantara y estuviera listo en menos de 10 minutos. Desayuno rápidamente y fue corriendo hacia el laboratorio del Profesor Oak, donde le darían su primer Pokémon.
Llegó a tiempo para encontrarse con su hermana, quién le esperaba en la reja de la casa del profesor.
- Estuve cerca de pensar que realmente no llegarías… Otra vez. - Ella le recibió con una sonrisa - Pero aquí estás, me alegro. Ven, vamos, el profesor te espera.
- Gracias por tu apoyo, Dannuz... - Mike le devolvió la sonrisa, un tanto más irónicamente. Que le recordaran que su aventura había iniciado algo tarde debido a su falta de compromiso, era molesto.
- Cuando quieras, hermanito. - Hizo una pausa - ¿Has pensado ya a cuál elegirás?
- Si, lo he hecho. Durante 5 años para ser exactos. Sé muy bien cual es mi elección.
- Bueno pues, vamos allá...
Entraron al laboratorio del Profesor Oak, que en ese momento se encontraba observando de cerca a su Arcanine, un poderoso Pokémon del tipo fuego.
- Muy bien, Arcy, todo parece en orden. - Dijo después de revisarle - ¡Sigues tan fuerte como siempre!
El Pokémon emitió un gruñido de aprobación y volteó a ver a Mike y su hermana, advirtiendo su entrada al profesor.
- Ah, ¡Daniela, Miguel! - Los saludó alegremente - ¡Que gusto verles!
- El gusto es mío, profesor. - Dijo Daniela - Ha pasado algo de tiempo desde la última vez que he estado aquí… ¿Cómo le va?
- Bien bien, todo tranquilo por aquí... - Sonrió - ¿Y tú?... Líder de Gimnasio, impresionante.
- Lo sé. Yo aún no termino de creérmelo. Las responsabilidades son muchas.
- Tú puedes con ellas, Daniela. Todo mundo cree en ti.
Mike se puso a observar alrededor, seguido por la mirada del Arcanine del profesor.
- Me pregunto donde estarán... - Se decía a si mismo, mientras buscaba a los Pokémon iniciales - Deberían estar por aquí...
De pronto, un Umbreon tan oscuro como el cielo de la noche saltó hacía el escritorio, asustando de momento a Mike y avisando a su amo, el profesor, sobre sus movimientos.
- Me alegro de que hayan llegado temprano. Estoy seguro de que estás más que listo para iniciar tu aventura, ¿Verdad Miguel?
- ¿Usted también me hará algún comentario sobre mi retraso de tiempo para poder iniciarla?
- Por supuesto que no, jovencito. Sólo me aseguro de que estás listo. - Hizo una pausa, acariciando al Umbreon - Y como veo que lo estás, ven conmigo. Es hora de que elijas a tu primer Pokémon.
El profesor le guió hacía otro cuarto en su laboratorio, donde descansaba una mesa sobre la cual estaban 3 pokebolas, una con un signo de hierba, otra con un signo de fuego, y otra más con un signo de agua. Mike se quedó mirándolas largo tiempo.
- Todavía recuerdo cuando tuve que elegir mi primer Pokémon... - Dijo Daniela - Fue algo difícil, ¿Saben?
- Al final, hiciste una buena elección. - Observó el profesor Oak - Ese Blastoise tuyo es sencillamente excepcional.
- Gracias, profesor... - Daniela se sonrojó un poco - ¿Has tomado una decisión ya, Miguel?
- Sí... - Mike observó las pokebolas una última vez antes de tomar una - ¡Yo te eligo a ti, Charmander!
La pokebola se abrió, dejando salir en un rayo de luz a su ocupante, una criatura parecida a un dinosaurio de color naranja, ojos verdes, mirada juguetona y con una flama de fuego en la punta de su cola. Charmander miró a Mike y le sonrió.
- Buen inicio, Miguel. - Dijo de pronto el profesor - Le agradas a tu primer Pokémon.
- ¿De verdad? - Esa era una de las cuestiones que preocupaban a Mike
- Sí, lo haces. - Dijo su hermana - Mi Squirtle hizo algo parecido antes de lanzarse hacia mí y abrazarme.
Charmander extendió su pequeño brazo hacia Mike, quién lo tomo tímidamente. El Pokémon exclamó en tono de felicidad. Era verdad, se agradaban. Mike estaba más confiado ahora.
- ¡Genial! ¡Ya tengo mi primer Pokémon!
- Y ahora estás listo. Conocerás otros Pokémon, y muchas personas. Te encontrarás con amigos y enemigos. Recorrerás lugares que jamás habías visto, y quién sabe, tal vez veas cosas que nadie más haya visto también...
- ¿Cosas como que? - Preguntó Mike
- Ya lo sabrás después... - Dijo Oak - Ahora, toma, esta es la última versión del PokeDex te ayudará en la aventura que estás por comenzar.
- Gracias, profesor.
Mike tomó el PokeDex, la pokebola de Charmander y se dispuso a salir del laboratorio, mientras su hermana se despedía del profesor.
- No se preocupe, estaré vigilándolo constantemente.
- No me preocupa el... Sé que estará bien... - Dijo Oak - Sólo espero que no se sienta intimidado por el reto al que se enfrentará...
- Descuide, el sabe a que se enfrenta. Lo ha sabido desde hace años ya. - Daniela le sonrió al profesor - ¡Nos vemos después, profesor!
Afuera del laboratorio, Mike se preguntaba cual sería el siguiente paso, cuando la pokebola de Charmander se abrió.
- Pero que... ¿Charmander?
El Pokémon le sonrió de nuevo.
- ¿Es que no te gusta estar en la pokebola?
El Pokémon le asintió.
- Bueno, supongo que no tiene nada de malo que me acompañes fuera de ella... Será divertido...
El Pokémon volvió a sonreírle.
- Eh, ¡Miguel! - Su hermana le gritaba desde la reja del laboratorio - ¡Espérame!
Bajó las escaleras que le faltaban para reunirse con Mike, quién le miraba alegremente en compañía de Charmander.
- ¿Qué hace afuera de su pokebola? - Daniela preguntó
- Pues, aparentemente, no le gusta estar ahí... - Mike lo acaricio - No veo problema con que esté afuera.
- Supongo... ¿Has pensado en un apodo para el?
- ¿Un apodo?
- Sí, algo que le diferencie de los otros allá afuera... Ja...
- Te llamarás... - Mike miró al Pokémon frente a el - Uhm... Fyer.
Charmander, ahora llamado Fyer exclamó en tono de aprobación.
- Me gusta, bastante original.
- ¡Gracias!
- De nada... Ahora, ven, toma. Un regalo de mi parte para ti.
Mike tomó el paquete que su hermana le daba, y lo abrió ansiosamente.
- Vaya... ¡Un PokePod de última generación! ¡Qué genial! ¡Gracias Dannuz!
- De nada, moco. Espero que seas un rival digno de la medalla que me tocará entregarte si me ganas.
- Lo seré, ya lo verás. ¿Verdad Fyer?
El aludido volvió a exclamar alegremente, asintiendo.
- Me alegro de que ambos piensen así de positivo. El camino que sigue es bastante largo, hermano, y confío en que no te detendrás ante nada.
- ¡No lo haré!
- Es bueno saberlo. - Daniela abrazó a Mike - Vamos, hay que ir con mamá, estoy segura de que querrá conocer a tu primer Pokémon.
"... Atraparlos mi prueba es, entrenarlos mi ideal..."
...
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